martes, 23 de enero de 2007

Parole, parole, parole

El: Ya falta poco y terminamos.
M: Sí…
El: Y… ¿cómo te ves?
M: Al sol me veo horrible.
El: ¿Por qué horrible? ¡Jajajajaja! Entonces no podrás ir a la playa este verano.
M: No sé, me parece que todavía tengo un poquito acá, ¿ves?… Al sol me veo mal.
El: VOS ves mal, nena. Muy mal. Ponete boca abajo.


El: ¿Está todo bien?
M: Sí, ¿por qué me preguntás?
El: Porque no me mirás a los ojos...


El: ¿Seguís ensayando con el coro?
M: No, ahora estamos de vacaciones. Retomamos en marzo.
El: Me encantaría escucharte… (suspiro) Debés tener linda voz.
M: Bueno... algún día te voy a cantar.
El: ¿En serio? Cantame ahora.
M: No, ahora no.
El: ¿Cuándo?
M: No sé, no da el lugar ni el momento.
El: Decime vos dónde y cuándo.


El: Para recibir, primero hay que dar mucho. Hay que saber “dar”.
M: Sí, pero a veces das demasiado y recibís poco o nada.
El: Hay que insistir. Dando se recibe.
M: Es lindo dar y recibir. Pero no siempre es recíproco. Algunos no lo entienden así.
El: ¿Y vos das mucho?
M: Si el otro es merecedor… sí.

No hay comentarios.: