viernes, 29 de abril de 2011

La soluzione

Los hombres son demasiado complicados para mí. Le voy a rezar a Odín para que me mande a una de sus Valquirias.. Sospecho que ella me hará más feliz.

miércoles, 27 de abril de 2011

La Llama Violeta

-Estoy en contacto con una importante revelación espiritual.

¿Otra vez…? ¿Pero será posible? ¡Estoy meada por un búfalo!

Pensé que se había muerto de tanto ayuno y abstinencia pero está igualita aunque más huesuda. Viste unas babuchas turquesa que parecen manchadas de lavandina y zapatillas de muchos colores. Se niega al maquillaje, ni siquiera un poquito para disimular las ojeras. Esta chica no come… ¿cómo se explica, si no, los brazos tan delgados a punto de quebrarse?

Se me queda mirando con sonrisa boba. ¡Odio esa cara de felicidad! Como si en su pequeño universo ovovegetariano no existieran la inflación, los paros de subte ni Gran Hermano. Parece mentira… Hay gente que está más allá del bien y del mal, pero ésta ya ni los distingue.

-Llega tarde tu revelación… Sai Baba ya debe estar requetefrío.
-¡No hables así! Estoy conectada con mi ser interior.
-…
-Hice estas galletas de batata y lino… ¿querés probar?
-Hum… paso.
-¿Venís hoy a la clase del maestro Jatadeva?
-Imposible. Tengo concierto de pandereta.

¡Y encima me pregunta “dónde”! Así quedan después de tanta meditación trascendental, les lavan el cerebro y les meten ideas raras, esta pobre chica apenas recuerda su nombre pues lo ha reemplazado por uno más “espiritual”. Ahora insiste en que la llamen Sarasvati y está convencida de una extraña reencarnación. Me pregunto de qué vive, qué la sostiene aparte de la madre Tierra, cuáles son sus compañías, si alimenta algún proyecto además de bailar esas danzas alienadas, sin sentido ni técnica, y retorcerse en posturas indecorosas.

-Menta, te voy a enseñar a meditar…
-¿En qué idioma?
-…con la Llama Violeta.
-¡¡¿Con quién?!!
-Cierra los ojos y entra al Templo del Corazón, donde reside tu Célula Divina…

Y ahí nomás, en plena avenida, me agarró la cabeza entre sus manos y cayó en trance. Empezó a cantar -o más bien balbucear- letanías ininteligibles y yo quería soltarme y escapar pero entonces me sostenía más fuerte y seguía recitando empecinada. “Le pego una patada en los tobillos y me voy corriendo”, pensé. Pero no pude, soy incapaz de cualquier violencia física, además está tan flaca la pobre que seguro la quiebro y me paso la noche en una guardia de hospital. De modo que me quedé muy quieta esperando que terminara la perorata y cada tanto emitía un tímido “Ommmm”, como para colaborar. Cuando al fin me soltó, su cara irradiaba tal felicidad que me dio miedo. “Está poseída por el demonio de la flor de loto y no sabe lo que hace…”

-Ya estás purificada por la llama transmutadora.
-La llama que llama…
-La Llama Violeta.
-Bueno, gracias.
-Hacelo todos los días para liberar el cuerpo y la mente.
-Lo que vos digas... Y ahora me voy que se me quema el asado.

Le di un beso muy sonoro y huí a la carrera, antes de que se le ocurriera “limpiarme” como el Mano Santa. Pero debo admitir que, desde que me baño en la Llama Violeta, me siento mejor, mucho mejor. Algo habrá de cierto en todo esto, después de todo.

Pienso en violeta.
Siento en violeta.
El mundo es violeta.
Mi blog es violeta.

domingo, 24 de abril de 2011

Corona pasquale

La Pascua transcurrió apacible y en familia, disfrutando de la buena mesa, como de costumbre. Se impuso el criterio de papá que, lejos de ceder ante las arduas discusiones litúrgicas que despiertan estos acontecimientos cumbre, dispuso:

Jueves Santo: Empanadas de vigilia
Viernes Santo: Chupín de bacalao
Sábado Santo: A la carta
Domingo de Pascua: Asado criollo con chorizo bombón

Como obedientes vasallos, corrimos a cumplir su voluntad gastronómica con algunas variantes que miró con suspicacia, como la bandejita de sushi que se coló entre las empanadas y que todos probamos menos él porque yo-no-como-pescado-crudo y no hubo manera de convencerlo, ni siquiera quiso agarrar los palitos para experimentar nuevas sensaciones.



Comimos, bebimos y resucitamos al tercer día haciendo proyectos de dieta y despegando las miguitas de rosca del tapizado del sillón. Rosca casera que amasé con pasión y huevos frescos, porque el huevo es el origen, todo nace del huevo.

Huevos de chocolate, no comí… me bajé dos cajas de After Eight.

sábado, 23 de abril de 2011

"Juntos hacia la prosperidad"

No logro dar con Madame Aliza. Necesito más poción de alcanfor para neutralizar la mala energía y los sahumerios de mirra y espiar un ratito dentro de la bola de cristal pero mi astróloga de confianza está desaparecida, renuente.

No es que se la haya tragado la tierra o la secuestrara el Caballero Rojo. Con él tuvo una hija, una muchacha tan bella como atorranta que supo ser actriz hot y es capaz de sonrojar a la mismísima Cicciolina con las declaraciones picantes de su bocota sin censura.

Tampoco se fue volando en el carro de Chandra ni se ahogó en la llama violeta. Sucede que Aliza está transitando un nuevo camino “hacia la prosperidad”, lejos del tarot y el feng shui, de los secretos del péndulo y la armonización espiritual. ¡Madame Aliza quiere ser diputada! Y en pro de su objetivo, ha mutado su aspecto de espantajo esotérico a “señora bien”, maquillaje discreto y peinado recogido, inclusive ha cambiado el catsuit dorado por un discreto trajecito de alta costura. Quién te ha visto y quién te ve…

No es que esté celosa, tampoco la envidio. Sólo que he perdido a mi consejera, ella es para mí como Nostradamus para Catalina de Médicis. Y ahora no puede decirme lo que quiero saber ni ordenará mis siempre desviados chakras ni abrirá de nuevo mi tercer ojo. La política la ha transformado por completo, como a tantos otros. Ahora tiene su programa de radio donde escucha las quejas de la gente, se pasea por los barrios santafesinos recolectando promesas de voto y especula con un brillante porvenir en la legislatura de la mano de los K.

Los medios la atosigan, para ellos no es más que la madre de Nacha y la jermu del Caballero Rojo pero ella esquiva el bulto, quiere ascender por sus propios méritos, hacer carrera. En el fondo me da lástima, nadie le cree demasiado, se ríen de su reciente vocación y ella pretende no darse cuenta. Tarde o temprano volverá de capa caída a leer la buena ventura y su paso por la política será tan sólo una anécdota para las noches de tormenta.

miércoles, 20 de abril de 2011

domingo, 17 de abril de 2011

Tarea para el hogar

Tengo que hacer una lista exhaustiva de por qué QUISE (o quisiera) IRME (o quedarme) de los lugares en que he vivido.

A simple vista parece muy simple pero no lo es. Tengo demasiados por qué y demasiada culpa. Sí, soy culposa como una madre judía… En este preciso instante estoy midiendo el tiempo que tardo en escribir los "por qué" y pienso que se hará tarde para cocinar, pediremos una pizza y no será igual, me reprocharán y, si no lo hacen, me reprocharé yo misma aunque la pizza esté crocante y desbordante de queso. Seguro me dará acidez.

Fedra dice que debemos trabajar sobre la culpa y que la listita me ayudará a tomar decisiones más acertadas en el futuro. La terapia no es para mí… A regañadientes me siento en el sillón repleto de almohadones de todos los colores y tamaños que Fedra colecciona como si fueran mariposas disecadas y empiezo a hablar. No tengo ganas de hablar pero debo hacerlo, es necesario. Es probable que en algún momento la cosa resulte y deje de llorar como una marrana cada vez que me pregunta el motivo de mis angustias.

Recién empiezo y la lista ya es demasiado larga. Estoy muy sobria, cansada y sin sueño… Ojalá pudiera, como cuando era chica, pasar la noche en vela haciendo tarea, leyendo un cuento o dos, o tarareando mentalmente músicas inventadas… yo "componía" mucho de ese modo, igual que ahora escribo.

sábado, 16 de abril de 2011

Torta para papá

Papá cumple hoy 74 años.

Es por eso que me levanté muy temprano para romper los huevos separando prolijamente las yemas de las claras, así el bizcochuelo resulta bien esponjoso. El secreto está en los huevos. Además, dice Petrona que si las claras están requete batidas se puede reducir la cantidad de harina y la torta queda livianita como un almohadón de plumas.

Ahora que lo pienso bien, todos los hombres de mi vida han tenido su torta de cumpleaños hecha por estas manos abnegadas. Algunos más de una, como mi papá. A veces se me quema un poquito o levanta más de un lado que del otro y entonces hay que improvisar el equilibrio repartiendo bien el relleno. Tortas hechas con amor… todas. No importa que sea una pésima repostera, lo que cuenta es la intención y el sabor más que el aspecto. Como ésta, que se le escapa la crema por los costados, pero está para chuparse los dedos…

Crema y duraznos, como le gusta a papá. Chocolate, como me gusta a mí. Merenguitos que no le gustan a nadie pero hacen creer que soy buena en la decoración. En fin, aquí está la obra de arte, intacta antes de que pase la langosta… ¡Está rica, che!

¡Feliz cumpleaños, papi! Y que sea con salú.

martes, 12 de abril de 2011

Todo el tiempo vivo en éxtasis

“No soporto que Charly García esté más gordo que yo” (Joaquín Sabina)



¡Perpetua al que convirtió a Charly en un mariachi rechoncho y feliz!

Seguramente lo preferimos gordo pero vivo, pese a que es difícil reconocerlo tan lejos del genio enjuto y salvaje que puso letra y melodía a la mayor parte de nuestras vidas. Nadie quiere un cadáver que RASGUÑA LAS PIEDRAS con las uñas pintadas una de cada color… pero mucha extrañeza causa este MR. JONES rollizo, sonrosado y risueño, más parecido al gordo Mesa eructando los pastelitos del Bicentenario. Menos mal que las PASTILLAS no enturbian su mágico talento y que nos lo han regresado de la inefable era SAY NO MORE, gordo pero saludable.



LO QUE VES ES LO QUE HAY, yo sé que VOS TAMBIEN ESTABAS VERDE, conozco TU VICIO y NO quiero que TE MUERAS EN MI CASA. Ayer NO TE ANIMAbaS A DESPEGAR, estabas tan CERCA DE LA REVOLUCIÓN, solo como un GATO DE METAL, en las calles DEMOLIENDO HOTELES. Tomás tu MEDICINA DE AMOR haciendo PROMESAS SOBRE EL BIDET, no son mentiras ni RAROS PEINADOS NUEVOS. Las horas se deslizan en un RELOJ DE PLASTILINA, nadie sabe CUÁNTO TIEMPO MÁS LLEVARÁ.

NO ME VERÁS, voy rumbeando ENTRE ANGELES Y PREDICADORES como una PASAJERA EN TRANCE, tomando té de PEPERINA. Voy BUSCANDO UN SÍMBOLO DE PAZ.
QUIZAS PORQUE estoy A PUNTO DE CAER y NECESITO TU AMOR, estoy HABLANDO A TU CORAZÓN. No soy PARTE DE LA RELIGION pero REZO POR VOS.

lunes, 11 de abril de 2011

Departure

Necesito sacarme YA el esmalte rosa antes que se me caigan las uñas. Convertir en mermelada las ciruelas, cambiar la bombita quemada de la mesa de luz y desprenderme para siempre de esa espantosa pollera “de tablitas”. Dejar de pasar mis días encerrada like I know I shouldn’t, con los ojos llorosos, leyendo insensateces, suspendiendo obligaciones, llenando mi agendita de cosas que mañana no tendrán ninguna importancia.

Flora dice que pronto podré cantar como antes o incluso mejor. Me enseña a alinear la “columna de aire”, a inspirar profundo como si en una sola bocanada quisiera abarcar todos los aromas del universo, me reta si desespero y volvemos a empezar. No imaginé que fuera tan difícil… es como aprender a caminar pero de eso, por suerte, ya no me acuerdo.

domingo, 10 de abril de 2011

Influencias y explicaciones

De niña creía que lo peor que podía pasarme era meter los pies en un charco de arenas movedizas y ahogarme allí lentamente, tratando de alcanzar una ramita que resistiera mi peso. O morir comida por las pirañas en un lago silencioso que no-es-lo-que-parece y nadie lo sabría, ni aún cuando el esqueleto vestido con jirones de carne masticada apareciera flotando entre las algas, muy cerca de la costa. También creía que todos los leones bizcos eran buenos y que no hay nada más refrescante que el agua de coco.

A fuerza de practicar, aprendí a mover la nariz como “Hechizada” y, cuando nadie me veía, giraba en círculos vertiginosos como la "Mujer Maravilla" hasta caer de cola al piso. Nunca sucedía nada, ni magia ni deseos cumplidos ni transformaciones en heroína superpoderosa con lolas divinas y piernas esculturales. Pero no por eso iba a dejar de insistir.

Nunca jamás dejaba la tele encendida sin señal, no fuera cosa que se metiera un poltergeist en la casa. También creía que si comía el polvo del jugo Tang se me iba a agujerear el estómago y los chicles que uno se tragaba sin querer se convertían en piedras.

Ahora entiendo por qué he crecido tan rara… Demasiadas influencias y ninguna explicación. Todavía sigo temiendo a las arenas movedizas aunque no tanto como a las tarántulas y las habitaciones a oscuras. Es que con los años, las perspectivas cambian… Algunas. Claro que sigo soñando con las piernas de la Mujer Maravilla y cada tanto me pego un giro de aquéllos.

martes, 5 de abril de 2011

Xeneize

No me encanta el fútbol, soy virtualmente inmune a las transmisiones deportivas y a las polémicas que desatan. Curiosamente el abuelo -que en aquel entonces no tenía nieto varón- me llevaba a la cancha los domingos cuando jugaba Boca y, si ganaba, a la salida comprábamos una grande mixta y me dejaba comer todas las aceitunas. En esa época los jugadores usaban la camiseta de la raya amarila y los pantaloncitos tan cortos que resultaban obscenos. Tengo un vago recuerdo de los partidos pero de la pizza me acuerdo bien.

El domingo jugó Boca con Estudiantes. A falta de mejor programa o quizá porque necesito descargar la líbido en un gol de Palermo, me dejé empujar hasta la platea alta, muy alta, y quedé instalada al lado de Pocho, Corcho y Cacho, los habitués de la cuarta fila. Las banderas, los cantos de la 12 que retumban en el corazón, la lluvia de papelitos y el aplauso cerrado a Román... ¡la Bombonera era una fiesta de colores! Todavía no puedo alzar la voz, no me animo, asi que tarareé los fragmentos que conozco y aplaudí entusiasmada cuando entraron los jugadores. Claro que no pude ni suspirar cuando apareció "papi" Verón, so pena de que me lanzaran tribuna abajo Pocho y sus secuaces.

En la fila de adelante había un viejito de no menos de 80 años, y lo digo yo que tengo ojo clínico para estos cálculos. No contento con subir las infinitas escaleras sin fatigarse, sacó un celular última generación para llamar a su amigo septuagenario, el encargado "de traer los sanguches", así dijo y era cierto pues, al cabo de unos minutos y ovacionado por un público agradecido, apareció el anciano cargado con un inmenso parquete que no tardó en desaparecer.

Como si fuera poco, encontré en medio de la hinchada fogosa al hijo que un día quisiera tener. Pequeño, cara de pillo, las rodillas llenas de moretones, camiseta bostera y botines que ya han pateado muchas pelotas, se sabía todos los cantitos y seguía cada pase con el fervor de un hincha avezado.

El primer gol fue para Estudiantes pero el sentimiento de desolación no duró más de un minuto. Y es que hinchada como la de Boca no existen en ningún lugar del mundo. El hincha todo lo ve, el hincha sabe, se emociona y se enfurece en un despliegue de pasión sin igual, el partido no lo ganan los jugadores, lo gana la hinchada que deja la vida en un grito de gol. Adrenalina pura. No hay nada comparable con el sufrimiento y el goce que experimenta uno en la cancha... y me incluyo.

Al rato llegó el gol de Riquelme y volvió a brillar la esperanza y se renovaron los cantos, cada vez más picantes. En eso empezó a llover, primero unas gotas gordas que parecían escupitajos y enseguida el diluvio. Corrimos escaleras abajo buscando un reparo y quedamos atrapados en el humo sabroso de los choripanes. En circunstancias normales habría rehusado pero el olorcito era tan tentador que sucumbí sin pensar en el después. Volvimos para el segundo tiempo y para gritar a lo loco el segundo y definitivo gol de Boca.

De chico te vengo a ver
corriendolo a River Plate
Boca sos mi vida y mi pasion
por eso a todos lados voy con vos
Boca es un sentimiento
que se lleva bien adentro
Boca sos la droga de mi corazon
y aunque ganes o aunque pierdas
no me importa una mierda
yo te llevo dentro del corazon.

domingo, 3 de abril de 2011

Presagio

Podría haber entrado cualquier cosa. Una araña peluda, cascarudos, un murciélago o un ladrón, inclusive. Pero entró esta pequeña maravilla, se coló por la puerta entreabierta y allí permaneció revoloteando sobre mi cabeza, explorando, buscando una salida.



-¡Tiene que significar algo!
-¿Qué cosa?
-No sé… Pero es un “presagio”.
-¿Malo?
-¡Bueno! Tiene que ser bueno… Es un colibrí, ¡no un vampiro!

Pensé mil cosas, como cuando en plena crisis de ansiedad se disparan en tropel decenas de alertas que no hacen sino empeorarlo todo, pero esta vez es distinto, me gusta pensar que mi pequeño picaflor es portador de un buen augurio, no puede ser de otra manera. ¡Esta vez tiene que ser algo bueno!

Me dio pena cuando lo vi solito picoteando el cristal. Abrí las ventanas pero no se fue enseguida, aleteó en círculos y recorrió toda la casa antes de escapar por la puerta como una exhalación.

Que me expliquen qué significa todo esto. Mientras me voy a mojar los pies al arroyo…


viernes, 1 de abril de 2011

Aire serrano

La pesca fue un desastre. Ni un pejerrey escuálido que echar a la parrilla y eso que llenamos las alforjas de lombrices, tripa de pollo, camarón y una pasta sospechosa a base de polenta y condimento para pizza. No querían salir y eso que les canté y les pedí “por favor”. Porque nada hay más abrumador que un día de pesca sin pesca… si hasta la biografía de María Antonieta se me hizo odiosa al cabo de dos horas y media de amarga espera en este lago espejado que es casi una postal.



Menos mal que sobró pollo del asado de anoche y… ahora pienso que podría convertir ese esponjoso pan de campo en unas sabrosas torrejas y… “¿te gusta el arroz con leche?” Ganaron las torrejas y, como estaba de humor, una exquisita tarta de ciruelas que horneé hasta que los vecinos tocaron la puerta atraídos por el aroma “delicioso” y se invitaron solos a tomar mate “toda la tarde”.

Ahora sé que me han traído hasta aquí para engordarme a base de cosas ricas. Humita, pastelitos, empanadas doradas en horno de barro, chivito, torta frita, salamines, queso de campo… a nada le digo que no. Es el aire de las sierras, sin duda. No hago más que comer y perder la vista en las montañas, recuperé peso y color y un poco, también, la voz. En este preciso instante, con un café humeante al lado de mis escritos, pienso en colaciones rebosantes de dulce de leche y pan con manteca, toneladas de pan con manteca y… ¡dulce de naranjas!



Me quedaría aquí para siempre, aquí es “seguro”, no pienso tanto, no sufro de más. El aire es puro, los saltamontes se enredan en mi pelo, bailo con las mariposas y tejo sueños bellos e imposibles. Aquí podría ser feliz.