Jueves Santo: Empanadas de vigilia
Viernes Santo: Chupín de bacalao
Sábado Santo: A la carta
Domingo de Pascua: Asado criollo con chorizo bombón
Como obedientes vasallos, corrimos a cumplir su voluntad gastronómica con algunas variantes que miró con suspicacia, como la bandejita de sushi que se coló entre las empanadas y que todos probamos menos él porque yo-no-como-pescado-crudo y no hubo manera de convencerlo, ni siquiera quiso agarrar los palitos para experimentar nuevas sensaciones.
Comimos, bebimos y resucitamos al tercer día haciendo proyectos de dieta y despegando las miguitas de rosca del tapizado del sillón. Rosca casera que amasé con pasión y huevos frescos, porque el huevo es el origen, todo nace del huevo.
Huevos de chocolate, no comí… me bajé dos cajas de After Eight.
3 comentarios:
Qué pinta, loco. Muy buena pinta. Ya probaré algo.
riiiiico!!! quiero esas empanadas!!
Luciano: por supuesto!! Una torta para ustet!
Sofia: te hago cuando vengas, estaban requetebuenas!
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