miércoles, 9 de mayo de 2012

Just relax

Ya no quedaban ni las miguitas de Hansel y Gretel. Quizá por eso se aferraba a cualquier minucia... La menor pequeñez le parecía un ancla que los mantenía unidos de alguna forma impalpable...


Extraño cuando los días transcurrían plácidamente.



Me siguen acosando algunas perplejidades filosóficas pero ya no tanto, como eso de que no se llora sobre la leche derramada y el desgrane quirúrgico de mis propias culpas.



Soy feliz de a ratos, cuando no pienso demasiado y simplemente voy y lo tomo o lo hago o lo rompo a patadas.



Mirar la lluvia golpeando la ventanilla del tren, la sonrisa de un kioskero amable, el arco iris, Monteverdi y algunos colores… Eso es felicidad aunque efímera. Quizá por ello, más codiciada.

No hay comentarios.: