sábado, 26 de junio de 2010

Brevis

Este blog se emociona hasta las lágrimas con la noticia del nacimiento de Le Petit Motonet y augura un futuro lleno de historias para contar, mucho amor, risas, pañales y mamaderas, un papá recontrarequetebaboso y un ejército de tíos deseando malcriarlo.
Willkommen! Este sí que es un niño del Mundial.

Estos días andamos de acá para allá transpirando la camiseta. ¡Qué nervios! Y todavía falta tanto…
My little brother sigue en Sudáfrica. Año y medio yendo y viniendo… proyecto de acá, proyecto de allá, que vamos y venimos, valijas sin desarmar, la vida hecha un despiole… Pero no hay mal que por bien no venga y es que al fin allí está, con los elegidos y en el lugar de los hechos, cumpliendo el sueño del pibe, alentando de cuerpo presente a la Selección, sombrero de picos y vuvuzela, gritando los goles en vivo y en directo y, en los ratos libres, paseando con los leones (los verdaderos).

Hoy vi esa película, “The butterfly effect”. Si todo fuera tan fácil… Me pregunto qué pasaría si pudiera uno mover las piezas del pasado como un ajedrez de carne y sangre, reparar los errores, rellenar las omisiones, hacer y deshacer… un juego infinito de posibilidades inesperadas.
Tentador...

1 comentario:

Luciano dijo...

Uh! Gracias por el aviso parroquial!
Ese bebé es demasiado rubio :) Mi hijo sacó todo de mi y hasta ahora nada de la madre.
Quiero dormir.
Chau.