martes, 22 de junio de 2010

Palpitando el mundial

Cumplimos todas las cábalas… la remera raída que ya es más blanca que celeste, el sahumerio, un Padrenuestro y tres Avemarías, bañarse justo antes de que comience el partido, sintonizar el mismo canal y no cualquier otro, besar la medallita y sentarse frente al televisor con el mate caliente y la gata ovillada a un costado.

Este es el primer mundial de Quieromenta, es el primer mundial de muchas otras cosas también, pero no es el primero para mi gata que apareció una noche, llorosa y hambrienta, la noche anterior al encuentro con Nigeria, hace ocho largos años.

El fútbol nos transforma, nos vuelve nostálgicos de recuerdos caprichosos, cuando la ocasión lo vale somos todos técnicos o árbitros o goleadores, nunca espectadores. Queremos que Verón meta el pase del milagro, que Messi la emboque de una vez y que Maradona levante otra vez la copa, con orgullo, con honor, y gritar una y mil veces el Oooooooooohhhhh que acompaña los primeros acordes de nuestro himno.

Hoy me puede la ansiedad y me dejo, no quiero pensar, no quiero ni que suene el teléfono. Invento promesas insólitas que San Expedito me reclamará algún día pero no importa, todo sea por el triunfo y pensar que aún ganando falta tanto por recorrer. Habrá más cábalas, más recuerdos, más promesas, todas las que sean necesarias pues los argentinos no escatimamos pasión cuando de fútbol se trata.

Hasta ahora va 0 a 0. Y no sé cómo de pronto me encuentro tarareando el temazo del momento, ese con ritmo de cumbia que acompaña un gordo con el bombo, aquí, solitaria, única protagonista de esta hinchada bullanguera pues la gata se ha dormido y sólo despertará al alarido de ¡GOOOOOOOOOOL!

A la selección yo voy alentar.
Yo soy argentino,
Aunque ganes o pierdas yo te sigo
Con el corazón.
Siempre voy a estar
No importa adonde.
Argentina tengo un sueño
Que es salir campeones.
ARGENTINA UN SENTIMIENTO,
VOS SOS MI PASION
Argentina yo te llevo en el corazón,
Alentando en la tribuna
Siempre voy a estar
Porque la celeste y blanca
Es lo más grande que hay.

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