martes, 10 de enero de 2012

Tribulaciones del proceso creativo

A quien le interesara o interisiese...

Breve ensayo sobre la coda de la canción de Manuelita (la tortuga, claro)

Si no fuera por la señora Walsh (siempre viva en el recuerdo) nadie sabría nada sobre Manuelita. El arte no recrea la realidad, la crea. Aún así, no me gusta el final de la canción que es muy grave y tétrico. Manuelita es una obra larga, con saltos frecuentes, calderones, cortes y quebradas y unos cambios de tonalidad en cada retome popurritezco que, si le pifiás, no encuentran ni el cadáver de la tortuga.

La pista: Si Manuelita no sabe a dónde va... ¿por qué debería saberlo el coro o su público?

Hipótesis: Manuelita no sabe a dónde va porque no encuentra la tonalidad en la cual resolver su existencia.

Solución alternativa: debería escribirse un final donde hasta el penúltimo acorde no se sospechara la tonalidad de la resolución, ni siquiera de la ruta que conduce a ella, pero que, al igual que los axiomas, nadie dudara de su validez, como si fuera una cuestión de fe.

Llevo cavilando en esto 4 horas, desde que esa periodista desgraciada dijo: "Un año sin María Elena..." No me soporto más, siempre molestándome. Al final no logro nada más que un inmenso cansancio y el dolor de terminar donando mi ego a las musas. Gasto demasiado ego, por suerte siempre queda un restito.

Volviendo al asunto... Como la resolución no debiera durar más de 4 compases, no hay tiempo de hacer ostentosas modulaciones ni excesivas y maliciosas disonancias sin que se enchastre el encuadre ni la comprensión del exiguo texto. Al fin y al cabo, lo que necesita Manuelita es un cirujano plástico, no una conducción razonable de la lógica afinativa.

Ustedes dirán que estoy loca o -por el contrario- que teniendo las cosas tan claras he podido resolver el enigma. Lamento comunicar que NO, para nada. Cuando lo logre, serán los primeros en saber. Y no importa que no hayan entendido la mayor parte... lo importante es el cariño.

La única diferencia ente un loco y yo, es que yo sólo lo parezco.

5 comentarios:

Luciano dijo...

No entiendo. Ella va a París, lo sabe muy bien y después vuelve a Pehuajó donde la espera el tortugo.

Menta Ligera dijo...

Manuelita tiene un enorme problema de autoestima. Se enamora del tortugo, se va a Paris a embellecerse y no sirve de nada porque tarda tanto en volver que al final pierde tiempo y dinero. Vuelve con "su" tortugo pero la cancion no dice que el tortugo este enamorado de ella ni que realmente la este esperando. Ella es la enamorada y ella cree que el la espera. No importa porque eso es un tema menor. El problema aca es como esta escrita la musica (la partitura), es algo que me saca de quicio, modo mayor y menor mezclandose todo el tiempo y la coda del final.. no se entiende, es un final abierto hacia "nada", es imperativo reescribirla!! Buen tema para la catedra de armonia.. me vuelve loca todo esto, me brote!

Luciano dijo...

Ahhhh, a nivel musical. Ni dea cómo está hecha, yo toco la melodía y eso es todo.

Menta Ligera dijo...

Bueno, escucha la cancion hasta el final y cuando repite por ultima vez el estribillo vas a ver que modula a modo mayor.. eso, llevado de la musica a lo literario, es un final abierto, mooooi abierto..
Bueno, ya esta, sana-sana, ya paso. Me vuelve loca Manuelita!

Luciano dijo...

No lo escucho en la vdersion original.