
A cambio de las trampas el marido (si tiene con qué) suele ofrecer una cierta estabilidad económica, procura mantener la discreción en todo momento a fin de no herir los sentimientos de las personas que paradójicamente “lo quieren” de manera incondicional, sabe ser padre ejemplar y un esposo suficientemente atento a pesar de las circunstancias. Porque en definitiva a todos conviene que el mar esté en calma.
Son muchas las esposas que hacen la vista gorda. Saber y callar. Por muchos motivos. Y algunas también encuentran el momento, el lugar y el candidato y saben muy bien cómo guardar las apariencias mientras disfrutan de su añorada libertad. Porque hasta el marido más atorrante puede ser vilmente engañado con total impunidad y eso no quita que llegue de trabajar y la esposa-madre adorada lo espere con su comidita preferida, velas, champán y ganas de un buen polvo antes de dormir.
Como siempre en esta vida… hay para todos los gustos. Lo importante es la fachada.
6 comentarios:
Y ... si. Pero no.
Que se yo.
Espero que no.
Muchas veces, "sí"... Ojala fueran muchas mas veces "no".
Y pero no aveces es como un no oculto en las tinieblas dromedarias del nose, que se yo ,hay que ver que uno entiende como no y que como si, y que como alfonsin,saludos.
hay hombres que necesitan una Mina, pero la posta,es que casi no hay, en tonces te tenés que quedar con lo que hay , que a los 5 años encima de ser una Ninja, Te critica.
No siempre es así, pero que hay gente así seguro y alguna allá a lo lejos me pasó y le pasó
Yo nunca necesite otra madre, gracia a dio...
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