martes, 19 de febrero de 2008

Buenas y malas

Uno que yo sé anda preocupado. Se le hace una marquita en el entrecejo, como cada vez que surge una contrariedad, un imprevisto… hasta que finalmente encuentra la solución y se hace la luz y las cosas vuelven a su cauce. Es un hombre de recursos que no se ahoga en un vaso de agua ni se deja intimidar. Sólo que esta vez las cosas se han complicado por demás. Y la solución tarda en llegar. Pero llegará, le tengo fe. Y si no… ¡la compramos! O la fabricamos a medida, o hacemos borrón y cuenta nueva y nos vamos por ahí con doña Felicidad que en algún lugar nos estará esperando.
Quiero borrar todas sus preocupaciones, devolverle la calma y la alegría. Sólo que esta vez no encuentro la manera… Seguiré intentando.

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