miércoles, 13 de febrero de 2008

Cocinerito

Mi hermanito del alma, el Benjamín de la familia, el consentido, aquel que no sabía ni pelar una naranja y se reía de mis fracasos culinarios, de mis muchos intentos frustrados por lograr que la tortilla de papas despegara del sartén por voluntad propia sin tener que rasquetear el fondo con un tenedor maldiciendo a la abuela, al que inventó el teflón y al libro gordo de Petrona que yace en la mesada bajo una espesa capa de harina, cáscaras de huevo y malos pensamientos... mi hermanito muy querido anda engolosinado con las recetas caseras, dándoselas de chef sibarita, secreteando, como si de conjuras cabalísticas se tratara, los trucos que una aprendió a los porrazos… Porque en la cocina no hay más remedio que quemarse los dedos, morder el polvo (de hornear) y ya sabemos que no hay nada peor que la “receta fácil”, esa que termina complicándose más allá de nuestros peores augurios, al extremo de tener que salir de raje a la rotisería para no pasar vergüenza, previa limpieza exhaustiva de la cocina que ha quedado convertida en un campo de batalla.
En fin, mi hermano está dando sus primeros pasos en el arte de cocinar. Aunque debo reconocer que le va bastante bien a juzgar por el pan lacteado que con orgullo sacó del horno la otra noche, declarando ante la atónita concurrencia: “Lo hice yo.” Un pan esponjoso, doradito, el aroma inconfundible… Y nadie, nadie, nadie daba crédito a sus palabras hasta que caímos en la cuenta de que sabía lo que hacía y hablaba de cantidades, cucharadas y tiempos de cocción con la misma naturalidad con que relataría alguna de sus historias favoritas de la Tierra Media.
Claro que es dueño de un estilo particular, poco ortodoxo diría yo... Por las dudas, acá está la receta que he copiado textualmente. Otra que Blanca Cotta…

Un pan que se las trae:

- Harina 500 gr
- Sal 10 gr
- Azucar 50 gr
- Leche en polvo 50 gr
- Manteca 50 gr
- Extracto de malta una cucharadita (si no tenés no importa)
- Levadura seca (la receta posta dice húmeda pero fuck) 10 gr (o el equivalente a 50 gr de húmeda)
- Agua 250 ml

Disolvé la levadura en un cachito de agua y metele un toque de azúcar (menos de una cucharita) y batilo bien, después dejalo por ahí. Batí bien todos ingredientes secos en un bowl. Cuando la levadura haga espuma tirala en el bowl y mete la manteca también, después agregá el agua (tené en cuenta que si le mandas mucha agua a la levadura le tenés que poner menos agua a la masa, tirale de a poco y anda tanteando, no tiene que quedar ni muy mojada que se pegoteen los dedos ni seca mal tipo piedra pómez). Amasala bien hasta que quede uniforme, dejala en el bowl tapada 30' para que leve, tiene que duplicar el volumen maso. Sacala y amasala más, la onda es sacarle el aire. Después ponela en un molde tipo budinera y a la lona, dejala levar otros 30' y al horno a 180° (medio/bajo) entre 20' y 30', a los 25' dale una ojeada para ver como va, si está muy tostado te pasaste con el horno, si está muy blanco subilo un cachito y dejala fluir. Si querés podés hacer “la gran palillo”, lo pinchas con un palillo y si sale seco esta ok, dejalo un poco más para que tome color y ya está. Cuando lo pongas a levar tené una hornalla prendida o algo así para que levante porque necesita calorcito. Si te va, antes de meterlo al horno, mandale una pincelada con yema de huevo y unas semillas de amapola o lo que tengas (lino es rebizarro). Queda bueno. Si no, no le pongas nada, queda bien igual.

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