miércoles, 24 de febrero de 2010

Malcriado y sinvergüenza

Pensamos que no se iba a adaptar, territorio nuevo, olores nuevos, recovecos nuevos… Sin embargo, tras un par de horas atrincherado al costado del lavarropas, decidió que había mejores escondites esperando ser explorados y no quiso perder más tiempo.

Enseguida localizó el platito de la comida y un tazón floreado que lleno cada hora con agua fresca. El baño es oscuro y ofrece interesantes recorridos nocturnos por el borde del bidet y la bañera, lo sé por las huellas que dan testimonio irrefutable de las intrépidas caminatas. Entre otras cosas, compartimos el baño pues no ha consentido en alojar sus piedritas sanitarias en ningún otro lado y, a tal punto considera éste SU BAÑO, que no he logrado gozar de la más mínima intimidad desde que comenzó la feliz convivencia.

Un error muy común es pensar que el minino necesita algún tipo de consuelo por la supuesta depresión post-mudanza, entonces se nos da por exagerar los mimos, las cosas más impensables le son permitidas porque “pobrecito… extraña, se siente solo… es chiquito”. Así fue que me dio lástima cuando lo vi desaparecer bajo la cama, inclusive lo empujé un poquito porque de tan gordo se quedaba trabado a la mitad. ¿Cómo iba a suponer que bien entrada la noche la pequeña bestia estaría cómodamente instalada sobre mi almohada, empujándome la espalda con sus patitas mullidas intentando ganar espacio?

La primera vez intenté razonar, le expliqué, le mostré y le señalé todo con el dedito en alto. A las cansadas se bajó de la cama pero volvió apenas me creyó dormida. Otra vez la perorata, así toda la noche y parte de la madrugada, hasta que empezaron los almohadonazos y los gritos y ¡¡¡¡¡¡la rep#@#¿@ que te parió gato de m(#$/&%@!!!!!

Al día siguiente descubrí las sábanas espantosamente desgarradas, pedazos de guata en el piso y pelos por todos lados. Lo reté mucho pero no creo que le importe, cuando lo corrí con el escobillón se paró en dos patas e intentó boxearlo. Este gato no le teme a nada.

Al fin decidí cerrarle las puertas de mi dormitorio para siempre. Claro que hay que tener cuidado al entrar y salir porque, aunque gordo, no es lento ni perezoso a la hora de emprender la carrera hacia la cama que constituye, indudablemente, su tierra prometida.

Fue peor la vez que quise convencerlo de dormir en el felpudo del baño que es como un nido de anémonas, pensando que ningún gato cuerdo podría negarse al abrazo de los esponjosos tentáculos. Lo olfateó, se afiló las uñas y, en el momento menos oportuno, me lanzó un zarpazo que me dejó sangrando a chorros, atónita y enmudecida. La palma de la mano dividida en dos por un tajo limpio, quirúrgico. ¡Gato del orto! ¡Sos boleta!

Se asustó, me asusté pero, cuando creí que habíamos perdido toda confianza, lo vi sentado en el
balcón mojándose con la lluvia y masticando de a ratos una de mis plantas favoritas.

Aún restan muchos días de convivencia hasta que mi hermana, la legítima dueña del gato, retorne de sus merecidas vacaciones. La incógnita es si el felino querrá mudarse otra vez… Se lo ve muy a gusto destrozando mis objetos preciados y poniendo ojitos de yo-no-fui. Es más, creo que en el fondo lo único que desea es captar mi atención como un gato enamorado o algo así.

Se llama PI, como el número irracional. PI es irracional, completamente irracional. Ya veremos quién es el que manda.


3 comentarios:

Luciano dijo...

Che, toma agua el gato ese?
Al mio lo ví tomar una sola vez en 7 meses!
No sé qué vamos a hacer cuando nos mudemos, algo que vamos a tener que hacer, este gato es un sabandija.

Menta Ligera dijo...

Eso me llamo la atencion.. Al principio no tocaba el agua pero un dia escuche un ruido como de chapoteo fuerte y era el que se habia metido en el inodoro (literalmente, con las patitas en el agua) y tomaba de ahi. Pensar que yo le ponia un tazon de porcelana con agua mineral y cubitos.
En este preciso instante esta acostado panza arriba en el sommier, justo abajo del ventilador de techo. Le falta el harem y una lata de atun..

Luciano dijo...

Bueno, este chanta se vé que ha estado mal del estómago porque no comió nada por dos días, después se bajó un bowl de alimento seco y ahí sí tomó agua. Con el alimento que viene con gelatina no toma agua, no la necesita.