había en su rostro tanta ansiedad
que tuve pena de recordarle
lo que he sufrido con su impiedad.
Me dijo humilde: "Si me perdonas,
el tiempo viejo otra vez vendrá.
La primavera es nuestra vida,
verás que todo nos sonreirá"

-¿Cómo andás?
-Bien ¿y vos?
-Maso.
-¿Por? ¿Qué pasa?
-De todo. ¿Dónde estás?
-En la oficina. ¿Vos?
-En mi casa. No te conté todo. Pasaron muchas cosas.
-La verdad es que me contaste bastante... Si pasó “mucho más”, me asustás.
-Sí, mucho más.
-Te llamo y me contás bien.
-Dale. Quiero verte.
-Bueno.
2 comentarios:
Hummm, que intriga querida Menta!
¿Que es esto? No me digas que otra vez... Es el cuento de nunca acabar.
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