sábado, 12 de septiembre de 2009

Videoclub

-Estaba abierto cuando pasaste, ¿no viste que te hice señas?
-Decía “CERRADO”.
-No me entendiste. Para vos siempre está abierto.
-Psé…
-Bueno, alquilá lo que quieras y te llevás otra película gratis.
-¿Por qué?
-A modo de indemnización… Pero la elijo yo.


Suspenso… Terror… Me tienta Tarantino hasta que recuerdo que en las escenas cruciales siempre termino escondiéndome bajo las sábanas, aunque después espío un poquito y pongo cara de espanto. Sin ir más lejos, el “cirujano” de Hostel me persiguió en sueños varias noches seguidas…
Pero éste no es un videoclub cualquiera. En la trastienda guardan clásicos, rarezas, joyas del comic, cine de culto. Dan ganas de quedarse un rato largo a curiosear.
Descarto las comedias y los romances, “la Dalia” sigue donde la dejé y por un momento siento el impulso de volver a verla, pero entonces encuentro lo que necesito y ya no busco más. “La otra Bolena” promete una interesante incursión en los peligrosos amoríos del rey Enrique. Intriga, historia, traiciones y una pasión desbordante. Muy pero muy apropiado.
Contenta, me paré frente a la caja con la tarjetita de socio y el celular vibrando peligrosamente en el bolsillo del pantalón.

-Ésta te va a gustar. Espero haber elegido bien.
-Esteee… Ah, sí, gracias.

¿”Doctor Zhivago”? ¿Pero qué se creyó este tipo…?
El dueño del video tiene mal carácter o, al menos, siempre lo parece. O quizá es sólo que no sintonizamos. Me encajó la película nomás y no pude decir nada puesto que era un obsequio, pero hubiera preferido un muñequito de Aquaman de esos que guarda detrás del mostrador.

-Que disfrutes las películas.
-Gracias.

Me miró a los ojos, muy serio. Fue sólo un segundo, el tiempo necesario para que las cajas
cambiaran de mano, suficiente para establecer la conexión. Y no sé por qué me paralicé, si no había motivos… No entiendo por qué siempre me pasan estas cosas. Camino a casa ya tejí toda la historia, con escenas en cámara lenta y lágrimas y volcanes de chocolate. ¡No, no y no!
Al final soy un imán de atraer catástrofes…

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