miércoles, 4 de mayo de 2011

Please

No sé pedir. Y no me gusta que me hagan favores porque me tortura tener que devolverlos y no saber cómo. Peor es no pedir, no necesitar y que te “regalen” un favor. Pensás que es desinteresado y das las gracias y no creés merecer tanta generosidad, la vida es bella y todo es tan fácil… Pero el favor es un cheque al portador y tarde o temprano vuelve convertido en reproche. Entonces la vida deja de ser bella y hay que pagarle al acreedor que primero regala y después amenaza.

Es por eso que no pido favores, los hago y no reclamo, pero “pedir”… no sé, tal vez favores de este tipo y sólo s’il te plait y, si no es mucha molestia…

Porfi… ¿me traés el desayuno a la cama?
Porfi… haceme masajitos en los pies y mimitos en el cuello
Porfi… regalame un perro
Porfi… alcanzame las pantuflas
Porfi… no jodas, que la peli hoy la elijo yo
Porfi… contame un cuento de miedo
Porfi… necesitamos muchos días de playa caribeña
Porfi… ¿me decís otra vez cuánto me querés?

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