jueves, 30 de octubre de 2008

It's hard to say goodbye

Hace tiempo no río como hace tiempo,
Y eso que yo reía como un jilguero…

El camión llegó puntual.
Cebé mate para los muchachos, mate con medialunas, las últimas medialunas que compraré en la única panadería disponible en varios kilómetros a la redonda…
Llegó el día señalado.
No importa si no tengo a dónde ir porque el signor Pittore solicitó encarecidamente que no lo interrumpa ni lo estorbe, quiere estar a solas en mi recién adquirido departamento para lijar de arriba abajo las benditas paredes, pintarlas de blanco inmaculado como a mí me gusta y soplar para que sequen rápido…
No importa si mi perro del alma, que es como un hijo de sangre, va a parar al pensionado hasta que H por fin disponga de su “casaquinta con inmenso parque”... por unos días nada más, y a él le gusta porque juega con sus amiguitos, especialmente con Gregorio -el basset- que, como es un poco vago, se acuesta de espaldas y se hace el muerto mientras los demás saltan alrededor…
No importa el tremendo jaleo de ir y venir, contar, firmar, certificar, contar de nuevo, volver a firmar, saludarnos todos con besos y abrazos como si fuéramos íntimos, como si no hubiéramos peleado y ofendido, como si hubiera confianza, como si fuéramos gente de palabra, como si verdaderamente deseáramos lo que hacemos, como si tuviéramos opción…
No importa si la casa ha quedado vacía y el eco de mi voz resuena en cada habitación como queriendo quedarse…
No importa si en el último instante lloramos la tristeza de lo que debió ser, la ilusión perdida, el sueño que nos mantuvo unidos hasta descubrir que no era posible, que la vida abría nuevos caminos, cada cual por su lado, queriendo o sin querer, intentando no lastimarnos más…
Ya no importa nada.
Miré los árboles del fondo por última vez, aspiré el aroma reposado del campo cuando despunta el sol, escuché el canto de los pájaros y el llanto ahogado de H que aún no logra asimilar la realidad…
Palpar las paredes de la casa y descubrir que ya no es mi hogar, duele más de lo que esperaba y, sin embargo, no logro arrepentirme.
Es una despedida, nada más.

3 comentarios:

Il Capo dijo...

Vas a estar bien ; una vez aprendi que hay que pensar que todo cambio es pára mejor y asi sera.............

Menta Ligera dijo...

Tengo fe que sera para mejor, ojala...

Luciano dijo...

Buen viaje.