domingo, 29 de junio de 2008

El oráculo

Me reconoció al primer vistazo. Yo nunca olvidé su cara ni su pelo rubio ni sus largas uñas esculpidas ni el olor intenso de los sahumerios que amenazaban con desmayarme. La primera vez fue hace ya muchos años, la angustia no me dejaba respirar y entonces acudí a ella haciendo oídos sordos a la diosa Razón que gritaba desde el fondo de mí ¡Son tonterías, no creas nada de lo que te dice! Sin embargo su voz suave calmó las aguas y me devolvió algo de la luz perdida.
La segunda vez fue más bien por curiosidad. No había nubes en el horizonte, apenas un par de caminos cruzados. Pero la tercera, que es la vencida, marcó el rumbo de mi última década. Y entonces creí, porque no es casual que los hechos se desencadenen en estricto orden y secuencia según anuncian los arcanos… Al fin y al cabo ¿qué tanto me conocía esta mujer? ¿Cómo sabía que Fulano y Mengano…? No es posible. Para bien o para mal, las predicciones se cumplieron.
Hace cuestión de semanas volví a verla. Se había mudado a un lugar chiquito y oscuro, atestado de imágenes de santos, velas y amuletos de todas formas y colores, y en el aire el mismo olor a incienso que tace tambalear.
Extendió sobre una mesa el manto rojo de las Doce Casas y me dejó sola mezclando la enorme baraja en sentido antihorario, meditando sobre mis muchos interrogantes.

“Elegí doce cartas, siempre con la mano izquierda, y colocalas de a una sobre cada Casa”

La Rueda de la Fortuna dice que debo tomar una decisión, el Mago anuncia el éxito, la Luna habla de amor, la Muerte es la transformación… Leo con ascendente en Tauro. El Fuego busca la Tierra… Sólo sé que my beautiful life está patas para arriba, la cuestión es cómo elegir el rumbo.

“¿Trajiste fotos? Las voy a mirar con el péndulo…”

Hum… No es nada fácil la elección, los arcanos dicen que debo esperar y evitar la confrontación, pero brilla una luz al final del camino.

-¿Significa que voy a ser feliz alguna vez?
-¡Por supuesto! Las crisis siempre representan un cambio, en tu caso es para bien, eso es lo que veo. Dame tres cartas más… ¡Ah! ¿Tenés hijos?
-No…
-Vas a tener, en un futuro cercano. Mirá esta carta de la mujer acunando a un bebé bajo la luz de la luna. La Luna simboliza la fertilidad, es Venus, ligada al amor y al mundo femenino. Y está en la Casa de los “proyectos”, es decir que se va a concretar.

No me animé a preguntar lo obvio, aunque no hizo falta. Lo dijo ella, lo afirmó con certeza y ahí quedé completamente enmudecida con la vista fija en el bebé egipcio que no era más grande que una hogaza de pan y parecía tan contento.

-Guardás muchos secretos.
-Esteeee…
-Sé sincera con las personas que amás, no tengas miedo. No es bueno callar siempre.
-No sé, no es tan fácil.
-Soltate más, abrí tu alma pero sólo a quien lo merezca. Hay enemigos entre los amigos…

Dijo que tengo el tercer ojo tapado, ¿o sea que estoy perdiendo mis dotes perceptivas…? Tal vez debo ir al oculista con urgencia, no sé. Estoy como bloqueada, sí, esa es la palabra, ergo no puedo ver más allá. Qué graciosa… Para eso vine, para que ella “vea más allá” e interprete para mí los designios del oráculo.
I’m so afraid…
Madame Aliza contestó a todas mis preguntas, incluso la más temida, la que a veces no me deja dormir, pero de eso no quiero hablar. Me devolvió las fotos luego de mirarlas largamente, como si quisiera extraer algún otro mensaje.

-¿Querés saber algo más?
-No… está bien así.
-Vas a estar bien… Sí, muy bien.

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