miércoles, 27 de agosto de 2008

Acuarela

Si fuera hoy uno de esos días, de seguro me encontraría saltando del colectivo en plena avenida, el cielo oscuro amenazando tormenta, atenta al celular y a los voulavents de pastelera que me llevan de la nariz a mi panadería fetiche, alguna bomba de estruendo como música de fondo y esa angustia de haber olvidado algo y no saber qué.
Caminaría rápido con las primeras gotas de lluvia golpeando mi frente, fumaría un cigarrillo sin importar si se moja, pensaría en él, siempre
pienso en él, y hurgaría compulsivamente en las tiendas de antigüedades sólo para matar el ocio.
Si un desconocido me invita un café, aceptaría. Y conocería otra historia, una más. Y sería como liberarme de mí misma, por un rato nomás. Hasta sorprenderme otra vez contando los días de atrás para adelante y de adelante para atrás, obsesiva, alienada, contaría con los dedos haciendo marquitas en la mesa, dudando sin motivo…
Hasta que el dolor inconfundible me perfora y me tranquiliza y entonces todo vuelve a ser como antes, el ciclo se renueva y es más de lo mismo.
Pero quién sabe... podría haber sido Géminis.

No hay comentarios.: