jueves, 27 de agosto de 2009

De dolores y excesos

Algo del cansancio de hoy tiene que ver con lo menstrual. Tanto pero taaaaaaanto sueño…
Menos doloroso esta vez, pero en extremo tedioso y caprichoso.
Peregrinar sin culpa de la cama a la heladera en busca de chocolates, dulce de leche, mantecol... cualquier remedio para el clamor ovárico.
Dormitar sumergida en la bañera hasta que el agua pierda su calor y me obligue a emigrar sin ganas, más arrugada que borde de pascualina.
Leer, leer en exceso, pues el consumo de libros es bien propio de ciertos matices de angustia, es la droga por defecto.
Exceso… Exceso es cuando te lo marca el cuerpo. Ahora me doy cuenta.

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