lunes, 24 de agosto de 2009

Dolce peccato

"…y no nos dejes caer en la tentación. Amén”

Hoy no estoy de humor para privaciones. Un rollo más, un rollo menos… ¿qué más da? Nadie me va a mirar la panza si sonrío extasiada después de engullir sin culpa mi postre favorito que, no por sencillo, es menos gratificante.
Y sí. Le doy nomás.

Una MANZANA roja como la del cuento, no como las de Sofovich que parecen de plastilina.
AZÚCAR… bastante.
AGUA
Esencia de VAINILLA (sin exagerar, un leve perfume…)
Un chorrito de RON, cognac o algún espirituoso dulzón con personalidad.

Se agujerea la manzana para quitarle el corazón. No “romperle” el corazón,
sólo quitárselo. Se lo puede usar como sombrerito y entonces será una manzana de lo más paqueta.
Colocarla en una asadera para horno inundada de agua y esencia de vainilla.
Rellenar el agujero de la manzana con azúcar hasta que desborde y caiga sobre la asadera. Porque cuanto más dulce, más feliz…
Rociar la manzana con el ron (si no te lo tomaste) y llevar a horno moderado un buen rato. Cada tanto bañarla con el almíbar que se va formando en la asadera.

No hay nada como el aroma de las manzanas asadas para sentirme definitivamente bien. Me tienta abrir el horno y asomar la punta de la nariz aún a riesgo de carbonizarme las pestañas, aún sabiendo que todas las cosas necesitan su tiempo para estar a punto.
Al fin, cuando la manzana se ve suficientemente dorada, arrugada y brillante es hora de apagar el fuego.
Mamá decía que no hay que comer la fruta muy caliente porque “cae mal”. Decía lo mismo del pan, de la crema pastelera y de las habas. Pero no puedo resistir la tentación, se me hace agua la boca por una cucharadita de almíbar con perfume a vainilla… ¡Ahhhhh! Ésta la reacción química que más me gusta, la del almíbar y el caramelo (la del caramelo… ¡más!)
Mi manzana está de lo más sabrosa, tan sabrosa que no puedo pensar… ni escribir.

2 comentarios:

Miguel Ángel Cañada dijo...

Hola Menta,has conseguido que mi mente recuerde el sabor del postre preferido de mi infancia,eso sí,sin Ron,o tal vez mamá le hechaba para que estuviéramos más tranquilos,je je,lo que sí te digo que encuanto pueda,estoy asando manzanas.
Un beso

Menta Ligera dijo...

Viste? No hay nada mas rico que las cosas sencillas, en especial las que hacia mama.. El sabor, el aroma, son pequeñas felicidades que nos merecemos de vez en cuando.
Bienvenido! Beso