sábado, 23 de abril de 2011

"Juntos hacia la prosperidad"

No logro dar con Madame Aliza. Necesito más poción de alcanfor para neutralizar la mala energía y los sahumerios de mirra y espiar un ratito dentro de la bola de cristal pero mi astróloga de confianza está desaparecida, renuente.

No es que se la haya tragado la tierra o la secuestrara el Caballero Rojo. Con él tuvo una hija, una muchacha tan bella como atorranta que supo ser actriz hot y es capaz de sonrojar a la mismísima Cicciolina con las declaraciones picantes de su bocota sin censura.

Tampoco se fue volando en el carro de Chandra ni se ahogó en la llama violeta. Sucede que Aliza está transitando un nuevo camino “hacia la prosperidad”, lejos del tarot y el feng shui, de los secretos del péndulo y la armonización espiritual. ¡Madame Aliza quiere ser diputada! Y en pro de su objetivo, ha mutado su aspecto de espantajo esotérico a “señora bien”, maquillaje discreto y peinado recogido, inclusive ha cambiado el catsuit dorado por un discreto trajecito de alta costura. Quién te ha visto y quién te ve…

No es que esté celosa, tampoco la envidio. Sólo que he perdido a mi consejera, ella es para mí como Nostradamus para Catalina de Médicis. Y ahora no puede decirme lo que quiero saber ni ordenará mis siempre desviados chakras ni abrirá de nuevo mi tercer ojo. La política la ha transformado por completo, como a tantos otros. Ahora tiene su programa de radio donde escucha las quejas de la gente, se pasea por los barrios santafesinos recolectando promesas de voto y especula con un brillante porvenir en la legislatura de la mano de los K.

Los medios la atosigan, para ellos no es más que la madre de Nacha y la jermu del Caballero Rojo pero ella esquiva el bulto, quiere ascender por sus propios méritos, hacer carrera. En el fondo me da lástima, nadie le cree demasiado, se ríen de su reciente vocación y ella pretende no darse cuenta. Tarde o temprano volverá de capa caída a leer la buena ventura y su paso por la política será tan sólo una anécdota para las noches de tormenta.

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