martes, 4 de noviembre de 2008

Ansietá

Por más vueltas que doy, siempre estoy perdida en el mismo lugar.

Ando transitando una seria crisis de ansiedad con varios frentes simultáneos. Y todo porque emigré de casa con lo puesto, guardando desordenadamente los objetos que encontraba a mi paso en el último instante, mientras los señores de la mudanza envolvían las sillas en frazadas viejas y los vecinos corrían a despedirse como si nos fuéramos a la guerra.
No es así como hay que hacer las cosas, sobre todo si uno aprecia sus cosas y las quiere de vuelta.
Como los juguetes de la gata, su pelota de polar y el ratoncito a cuerda, la mantita en la que solía dormir, el platito para la comida… No me explico cómo olvidé ponerlos a resguardo y de esa forma evitar que la pobrecita se sienta desprotegida, desposeída, una paria entre nubes de polvo y mate frío.
Pero no es eso lo peor. Hay cosas que podrían no tener remedio…
En especial si se trata del cofre de los secretos, ese que guardo bajo siete llaves y voy cambiando de escondite cuando hay luna llena. Tiene forma y color, y sé de unos cuantos que pagarían por echar un vistazo.
Lo guardé entre un mar de sábanas, envuelto cuidadosamente en el interior de la colcha de raso rosa que heredé de mamá. Rosa… como para no recordarla… Pero temo no haber identificado correctamente la caja y que, en esas vueltas del destino, la susodicha vaya a parar al lugar equivocado, a manos equivocadas, y entonces será demasiado tarde para volver el tiempo atrás y esbozar la tímida sonrisa del “yo no fui”.
Imagino consecuencias catastróficas, un viaje a los nueve círculos del Infierno sin retorno ni salida, la oscuridad total, culpa, vergüenza, remordimientos…
Desde ayer no logro pensar en otra cosa. Soy presa de sueños agitados en donde seres anónimos despojados de todo sentimiento, revuelven fotografías, estornudan groseramente sobre las letras de mi pasado, husmean los recuerdos con intenciones malvadas, pienso en chantaje, delación, venganza, celos…
¿Dónde diablos está mi tesoro? ¿Por qué no lo traje conmigo en la bolsa de los mandados? ¿Por qué siempre pero siempre me pasan estas cosas?
Intento autoconvencerme de que nada malo sucederá. En el peor de los casos, la caja irá a parar a manos de H que detesta la colcha rosa casi tanto como yo y sólo por eso es seguro que la dejará intacta, no se animará a desempolvarla por temor a intoxicarse con naftalina, me dirá con voz enojada que vaya a buscarla y “la próxima vez aclará bien que esta caja es tuya”, aunque también es probable que haciendo gala de toda su gentileza opte por devolvérmela sin hacer comentarios. Pero en ese caso… ¿cómo sabré que no sabe lo que no debería saber...? Claro que si supiera actuaría en consecuencia y entonces yo lo sabría… ¿Lo sabría?
Diosssss…. ¡No puedo dormir! La voz de la conciencia grita tan fuerte que me vuelve paranoica. No podría ocurrirme nada peor, mis secretos en manos de cualquiera, un malvado que me verá desnuda, tonta, miserable, patética, se reirá de mis desventuras y sabrá que no soy nada pero nada especial. No me entenderá.

4 comentarios:

Luciano dijo...

Pandora...
Lo más probable es que no pase nada, pero ya sabés, esas cosas se llevan encima.

♋ Mariposa dijo...

y si fuera asì, que te importa lo que digan los demàs, cuando las sombras del prejuicio avaladas por el miedo dejen de existir, te vas a dar cuenta que no te importa caminar desnuda por la calle y que la gente piense que estàs loca
pensà menos, te vas a estresar mujer!!!
quièn fuè pulcro y lineal en esta vida? acaso los pensadores no escribieron en base a sus errores? y los curas? ...
es maravilloso liberarse de la opresiòn y sentir la vida Menta, te lo dice de corazòn alguien que perdiò mucho, pero mucho en la vida por culpa de los demàs, y todos, tenemos una caja de pandora, como bien dice Luciano
empezà de cero, si no aparece ¡a fangulo!
besos, con mucho cariño

Aureliano Buendía dijo...

Alguna que otra vez he tenido la misma sensación y la verdad que se pasa muy mal.....tranqui que seguro que te devolverán la caja sin que nadie la haya tocado.

Besos ¡¡

Menta Ligera dijo...

Luciano,
Lo se... Soy mas tonta de lo que parezco.

Mariposa
Pero no sabes las cosas que escondi... Secretos peligrosos dignos de un banquete. Solo espero que retornen a mis manos.

Aureliano
Gracias, eso espero. No quiero levantar la perdiz.