Nació Renata, mi futura ahijadita.
Es toda regordeta, movediza y rosada. Abre los ojos muy grandes mirando con sorpresa las luces a su alrededor, se asusta fácilmente y emite extraños sonidos guturales, sonidos de bebé, llantitos y quejidos que mantienen a todos en vilo.
Me siento distinta acunándola en mis brazos, le canto despacito fragmentos de algún dulce madrigal y descubro su mirada detrás de las tupidas pestañas.
Quizá algún día… Pero no quiero pensar en eso, hoy es un día feliz.
Me siento distinta acunándola en mis brazos, le canto despacito fragmentos de algún dulce madrigal y descubro su mirada detrás de las tupidas pestañas.
Quizá algún día… Pero no quiero pensar en eso, hoy es un día feliz.
2 comentarios:
Dulce madrigal. Como si fueran notas nunca antes escuchdas en un flamante instrumento.
Chas gracias y felicitaciones.
Gracias! Por la forma en que llora esta niña, se ve que tiene pulmones de soprano.
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