Nació Renata, mi futura ahijadita.

Me siento distinta acunándola en mis brazos, le canto despacito fragmentos de algún dulce madrigal y descubro su mirada detrás de las tupidas pestañas.
Quizá algún día… Pero no quiero pensar en eso, hoy es un día feliz.
2 comentarios:
Dulce madrigal. Como si fueran notas nunca antes escuchdas en un flamante instrumento.
Chas gracias y felicitaciones.
Gracias! Por la forma en que llora esta niña, se ve que tiene pulmones de soprano.
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