domingo, 12 de julio de 2009

My secret garden

Un rayo de sol juguetea entre las rendijas de la persiana dibujando reflejos rojizos en mi pelo. Permanezco agazapada bajo un mar de acolchados plumosos, ni sueño asomar la punta de la nariz. La brisa fría hiela las ventanas, el canto tímido de los gorriones rasga el silencio de esta diáfana mañana invernal.
Soy soberana en mi pequeño reino sin horarios ni rutinas. Por una vez no hay quien diga lo que tengo que hacer, nadie que me obligue a salir de la cama. Y en este sublime instante de ocio bien merecido puedo estirarme como un bucle sedoso y flexible y danzar como las nereidas bajo la tibieza de las sábanas. Un roce fascinante que arrebata los instintos, piel y sudor, un ardor que anega los poros y esclaviza los sentidos, avasallador, dictatorial…
Bendito seas orgasmo de mediodía, bendito el segundo también y las tostadas con manteca que son su consecuencia natural y necesaria para recuperar la energía y la cordura.
Aaaaaaaaaaaaaah…

1 comentario:

♋ Mariposa dijo...

Amèn!.
jeje me gustò tu texto
besis